martes, 30 de mayo de 2023

Infusiones y decocciones

Infusionar y hervir son dos métodos comunes para extraer los compuestos beneficiosos de las hierbas. La principal diferencia entre ambos métodos es la temperatura y el tiempo de contacto con el agua.

Infusionar es el proceso de dejar reposar hierbas en agua caliente durante un período de tiempo determinado. Para hacer una infusión, se agrega agua caliente no hirviendo a las hierbas y se deja en reposo durante unos minutos. Este proceso es ideal para hierbas más delicadas, como la manzanilla o la menta, que pueden perder sus propiedades si se exponen a altas temperaturas. La infusión también es ideal para hierbas que se usan con fines medicinales y que no deben ser expuestas a altas temperaturas durante un tiempo prolongado.

Por otro lado, hervir implica sumergir las hierbas en agua caliente y llevar la mezcla a ebullición. Este proceso se utiliza para extraer compuestos más duros de las hierbas, como la raíz de jengibre o la corteza de canela. El agua hirviendo penetra más profundamente en las hierbas y extrae más compuestos, pero también puede degradar algunos compuestos sensibles al calor.

En resumen, la principal diferencia entre infusionar y hervir es la temperatura y el tiempo de contacto con el agua. La infusión se usa para hierbas más delicadas y para extraer compuestos beneficiosos sin exponerlos a altas temperaturas, mientras que hervir se usa para hierbas más duras y para extraer compuestos más profundos a expensas de posibles degradaciones de compuestos sensibles al calor.

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